Después de pasar dos días en Santiago, era ya hora de partir, ante la llamada del mar, hacia Fisterra, al fin del mundo.
Como se me había roto la parrilla y mi bici tampoco estaba en las mejores condiciones, decidí alquilar una y de paso experimentar 'de primera mano' qué es eso de la amortiguación, jeje. Elegí una rígida, es decir, con amortiguación delantera.
Entre pitos y flautas (más de lo primero que de lo segundo) inicié el camino a eso de las 11 de la mañana y tenía que hacer 60km para poder llegar a Olveiroa, asi que no era moco de pavo.
Esta etapa, como todas las de Galicia fue muy bonita. Inmersión en los bosques con sus caminos, sus hojas secas y como no, sus vacas y perros pastores.
Después de Negreira (a 25kms de Santiago), la tónica fue la misma pero con un empeoramiento del tiempo hasta llegar a un punto en el que empezó a llover torrencialmente y el agua me caló hasta los huesos. Los últimos 5kms fueron por carretera y, como si fuese una lucha contra el reloj, empecé a dar pedales de forma desaforada para llegar al albergue lo antes posible. Adelanté a unos cuantos peregrinos que sin prisa pero sin pausa iban a llegar al mismo albergue que yo.
Cené un plato combinado y los dueños del bar me invitaron a una ración de jamón, que ya quisiera yo ver este detalle en Euskadi.
Por la noche estuve hablando con peregrin@s en la cocina y pasamos un rato agradable.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
18ª Etapa: Santiago De Compostela - Olveiroa (55kms)
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1 comentario:
Ese¡¡¡¡
lo has conseguido. Pensaba que no lo ibas a conseguir. No habias entrenado mucho creo yop, pero lo has conseguido. Me alegro mycho. Ya me contaras a la vuelta.
Te he estado leyendo algun dia y el diario que has hecho es muy bonito.
Un saludo y mi enorabuena!!!
Ahora ya te puede dar un tiron y coger la baja un mesecillo, que te lo mereces...!!!
Unai
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